lunes, 5 de mayo de 2008

TORRES, IGLESIAS FUERTES Y PALACIOS EN LA PROVINCIA DE AVILA

Además de los castillos, existían un conjunto de construcciones que, formando verdaderos entramados reforzaban verdaderos asentamientos y partes estratéjicas, como las torres de vigilancia y comunicación, las iglesias fortificadas y los palacios con elementos defensivos.
En la mayoría de los casos se conservan escasos restos, y éstos no presentan la entrada, ya que debía estar situado en alto, con lo que era necesario una escalera de mano, que se podía retirar en caso de peligro, de las cubiertas tampoco se tienen muchos datos, pero se conocen bóbedas de ladrillo y tejados planos, careciendo incluso de almacenaje.
En la Moraña, por su configuración plana, se dispone sobre el terreno de ligeras ondulaciones del terreno, como en el caso de Piteos (Mamblas) o la torres de Tecla en (Horcajo de las Torres).
Otro ejemplo lo contituyen las torres o castilletes integrados en un núcleo de población nacido a su abrigo, como en el caso de los despoblados de Palazuelos en (Bercial de Zapardiel) y de Bañuelos en (Barromán), muy próximos entre si, situados en pequeñas elevaciones, que en la llanura, permiten una amplia visivilidad.
La función vigía de las torres de las Iglesias -reutilizadas a veces-, es conocido en numerosos casos, por ejemplo, en la Iglesia parroquial de Cebreros, con una torre de tres cuerpos y muros de talud en la bese.
En éste apartado se pueden distinguir diferentes tipos, que vienen marcados en primer lugar por la iglesia parroquial de Piedrahita, que en su origen fue un palacio-castillo, que, según la tradición, donó la reina Dª Berenguela, lo da ese aspecto de mole, hoy desfigurado, con saeteras y *almenaje.
El segundo ejemplo es el ábside de la Catedral de Ávila, al llamado Cimorro, cuya estructura, al igual que otros casos similares, está integrado en el conjunto amurallado, suponiendo junto al Alcázar el principal baluarte de ésta parte de la ciudad, con una función tanto defensiva con ofensiva.
En tercer lugar, un ejemplo distinto lo configura la Iglesia de Santa María del Castillo, en Narros del Castillo, ya que es un templo pro tejido, por recinto fortificado, del que quedan abundantes restos, cuyo nombre ya indica además un castillo anterior en el mismo lugar.
Además existen otros que sirven de encerradero de ganado, como el caso del palacio de Sobrinos (Gallegos de Sobrinos), hoy se le denomina "Palacio Viejo" o "Castillo".
En lo alto del monte llamado "El Cerro", a cuyo pie se asiente el pueblo de Vega de Santa María, subsisten varios restos de un palacio de mampostería y ladrillo que, según el Catastro de la Ensenada, poseía un corral y vivienda alta, que está situado en un lugar apropiado para castillo, nombre que también se le da en el pueblo.
Otro tipo diferente en los palacios de ladrillo en las poblaciones menos preparados para las acciones de guerra, a modo de ejemplo, Fontiveros, Fuente el Sauz que está perforada con *troneras con mirillas, a la que se accedía por un arco de herradura elevado del suelo, por lo que era necesario una escalera móvil, como las utilizadas en las torres vijias.

TORRES, IGLESIAS FUERTES Y PALACIOS EN LA PROVINCIA DE AVILA



TORRE EN FUENTE EL SAUD

TORRES. IGLASIAS FUERTES Y PALACIOS EN LA PROVINCIA DE AVILA

RESTOS PALACIOS EN IGLESIA NARROS DEL CASTILLO.
IGLESIA EN PIEDRAHITA

CSTILLOS DESAPARECIDOS EN LA PROVINCIA DE AVILA

El castillo de los Duques de Santisteban, en Villafranca de la Sierra, en ruinas a mediados del siglo pasado, se alzaba en el lugar llamado, curiosamente, "el palacio", donde ahora está la plaza de toros que aprovecha la explanación una vez desmoronado para reutilización de sus sillares. La respuesta a la Comisión Povincial de Monumentos (1848), indicó que no conservaba tradiciones,
"solo el haberse extraído piedras para la edificación de las casas en la población.
En Mirueña se aprovecho el solar del "Castillo de los Infanzones", para la construcción de la Casa Cuartel de la Guardia Civil.
En Candeleda, el de "Los Condes de Miranda", se sacrificó en aras de una ordenación urbanística, que abrió una plaza "del Castillo". en su emplazamiento, ya que sus ruinas se consideraban un estorbo.
En Piedrahita, en cambio, la desaparición del castillo de los Duques de Alba, no se debió a la desidia de sus propietarios, ni al afán de progreso de sus vecinos, sino al deseo de adecuar su uso a la moda Borbónica del siglo XVIII. Para ello, se construyo el " castillo de Navancuerda" por el palacio versallesco actual.
Algunas advocaciones de Iglesias, caso de "Santa María del Castillo", en Madrigal de las Altas Torres y en Barroman, manifiestan que son herederas de una fortaleza de la que se ha perdido todo rastro, excepto el lugar y el nombre: En Madrigal su situación concéntrica resulta la óptima extratigíamente: en Barroman su triple ábside, con apariencia de cubo, puede incluso indicar al error de considerarlo un resto en pie.
Entre los nombres de calles, también se puede encontrar indicio de lo que ya existe, por ejemplo la calle de "el Castillo", en Bercial de Zapardiel desemboca en unos muñones de argamasa rerlacionables con los "fortines" que documenta Madoz.
En otros lugares, sólo se cuenta con una referencia, sea de toponimia-abundan los parajes llamados "EL castillo, o "Castillejo", "El Palacio". algunos de ello yacimientos arqueológicos amurallados-el de Villacomer, en Narros del Castillo- o bien escuestas,- Cardeñosa, Langa, Pedrosillo-, lo que resulta insuficiente para demostrar la existencia pasada de un castillo.